En los últimos años, a lo largo de encuentros, sobremesas y paseos, David Martí y yo hemos hablado con frecuencia; hemos dado forma a ideas y a conceptos; hemos convertido desiertos mentales en vergeles emocionales; hemos habitado, por decirlo así, en las respectivas ilusiones y esperanzas del otro; hemos narrado múltiples escenarios de lo posible y lo deseable y, sobre todo, hemos cultivado una sincera amistad.
Al consultar el Diccionario de la Real Academia Española, uno puede verificar que las cinco acepciones del verbo “conversar” encajan perfectamente en ese itinerario de lo que David y yo hemos estado haciendo desde, por lo menos, 2013. Es por esta razón que encuentro lleno de sentido el proyecto que él presenta ahora bajo este mismo título (“Conversare”) a través de esta misma web y de todas las metodologías que plantea.
Recuerdo cómo, en 2016, David me habló por primera vez de Frederic Laloux y de su libro “Reinventing Organizations”. Tras años de sólido estudio, este autor puso nombre y apellidos a las organizaciones capaces de crear valor situando, genuinamente, su propósito y a las personas en el centro de sus actividades: las “organizaciones teal”. De dicho autor, libro y concepto, desconocidos entonces para la gran mayoría, David fue defensor aventajado para el mercado hispanohablante, hasta el punto de sugerir su publicación en Arpa Editores y de escribir su prólogo. Cabe mencionar que ese empeño le llevó a conocer y conversar con Laloux en numerosas ocasiones. Lo que entonces era una idea lejana, se convirtió en una realidad tangible.
Hace unos meses, David me habló por primera vez de Spiral Dynamics®, de Don Beck y de Christopher Cowan. Advertí el potencial de esta metodología a la hora de ayudar a personas y organizaciones a comprenderse, coordinarse y cooperar mejor en la búsqueda de objetivos comunes. Curiosamente, es a través de cuestionarios de preguntas clave (es decir, de conversaciones) como el cambio se manifiesta necesario, se diseña y, finalmente, se hace real.
Si lees esto, y alguna vez te planteaste cómo hacer este viaje, sea desde tu organización, tu equipo o tu carrera profesional, te invito a conversar con David.
Una buena conversación es lo que nos ayuda a encontrar la pregunta acertada para la respuesta oportuna. Es lo que nos lleva a ganar una nueva perspectiva para cualquier tipo de situación, ventajosa o inquietante. Es lo que nos acompaña a actuar de manera más empática ante situaciones cotidianas donde es necesario cooperar con otras personas para alcanzar algún objetivo. Conversar no es difícil, pero el acompañamiento ayuda a mejorar la calidad de la conversación.
Estoy convencido de que Conversare nos llevará a ver cómo aquello que cada cual considera como “su propio problema”, mutará hasta convertirse en un “asunto que concierne a diversas personas, también a mí” y en el que la colaboración con los demás será clave para hallar la respuesta y dar un paso adelante.
Las preguntas, más que las respuestas, siempre han tenido, en mí, la propiedad de acercarme a lo que realmente he tenido que enfrentar: el desconocimiento de lo que desconozco. Conversar con David hará que tú seas “más tú” y que los demás (quienes habitan en tus problemas) sean “más ellos y ellas”. Y eso os hará ser “más vosotr@s” en la respuesta conjunta al problema. De una manera sistémica y sistemática, que podrás repetir todas las veces.
Podrás comprobarlo con un simple café (presencial o virtual), o leyendo este blog. Conversar con uno mismo, y con David, todo es uno. Algo tan pretendidamente simple, pero imprescindible para alcanzar grandes objetivos.
Intentarlo merece la pena. Si es que existen “penas” que merezcan existir.
Mario Sorribas Fierro
Consultor de marketing y comunicación
Profesor de OBS Business School
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Where there is a will, there is a way.